LaTuerka 27 o el sótano de los (pequeños) sueños

 Saludos Efímeros. Anoche estuvimos tocando en LaTuerka 27, una nueva sala de nuestra ciudad, abierta en un edificio que hasta hace unos años albergaba una peluquería de barrio... y un putiferio... El trabajo de Milo y compañía es digno de ser reconocido. En una calle estrecha y empinada (doctor Fleming, cerca del mercado de Santa Lucía), complicada para aparcar, y sobre los destartalados restos de dos negocios echados a perder, han montado un pequeño-gran oasis de creatividad, esparcimento y buen rollo. Su trato, para empezar, ha sido exquisito desde la primera llamada, desde el primer correo que intercambiamos.

 Y pese a lo limitado del espacio, en LaTuerka 27 hay un pequeño auditorio, otras dos minisalas para microteatro (que en tiempos debieron de ser las habitaciones donde, ejem, se terminaban las cocacolas los clientes del burdel), un ambigú y una sala para pequeños recitales que a nosotros nos viene como hecha a medida: acogedora, con una acústica excelente y con los medios técnicos necesarios para que montar un concierto acústico conlleve los mínimo esfuerzos logísticos.

 Tuvimos menos público del que cabía en la sala, es verdad, pero tremendamente respetuoso y agradecido. Estuvimos, como el día de Valladolid, casi en familia, arropados por gente a la que queremos mucho. Así que no cabe pedir más, tan sólo que haya una próxima vez porque nos ha encantado la experiencia.

 Nosotros intentamos corresponder a su cariño lo mejor que supimos. Estrenamos alguna versión, como la nana All That Matters de Mark Knopfler o Boots Of Spanish Leather, una de las primeras canciones de desamor del maestro Dylan. Creo que salieron bastante bien y que se quedarán en el repertorio.

 No quiero terminar esta entrada sin volver a recomendaros que visitéis LaTuerka 27 a la mínima oportunidad que se os presente. Bien para presenciar alguna pieza de microteatro (a dos palmos escasos de los actores), bien para asistir a algún espectáculo de magia, de humor o musical. os encantará el sitio en sí y, muy probablemente, también el show. En cuanto a nuestra próxima aventura, es aún pronto para confirmarlo, pero todo apunta a que en mayo los Efímeros volveremos a subirnos al escenario, quizá hasta por partida doble (y con viaje a Asturias incluido) para celebrar, en ambos casos, el 71 cumpleaños de Bob Dylan (sí, ya sé que soy muy cansino y blablablá).